En la administración de Samper (1994-1998) se inicio un periodo bajo la perspectiva de un crecimiento difícilmente sostenible a los observados en periodos anteriores, tomando medidas entre el gobierno y el Banco de la República para revaluar la tasa de cambio, para 1995 se veía claramente que las altas tasas de interés comenzaban a afectar la demanda de los colombianos, en la caída de la demanda se destacaron dos factores principalmente: uno de ellos es el final del auge de la construcción, que había sido uno de los pilares del crecimiento hasta 1994 y la caída de los precios del café, lo que afecto significativamente las finanzas del Fondo Nacional del Café.
La administración de Samper contempló una estrategia de modernización y reconversión industrial, con el objetivo de lograr una mayor competitividad y darle un empuje al sector manufacturero, con miras al mercado internacional.
Como parte de la estrategia exportadora, mediante la cual se buscaba contrarrestar la caída de las exportaciones menores, desde 1994 se promovieron los acuerdos sectoriales de competitividad, al amparo de los cuales se adelantaron rebajas en aranceles para materias primas, bienes de calidad con destino al sector textil y metalmecánico. Dichas reducciones en los aranceles modificaron la estructura de protección favoreciendo relativamente a los diferentes sectores industriales importadores de estos bienes.
Los crecientes flujos de capitales asociados al narcotráfico se beneficiaron con la apertura económica, ya que al eliminar los aranceles y la liberación de las importaciones, se hizo muy fácil importar, y una gran cantidad de divisas provenientes del narcotráfico pudieron ingresar al país, al igual que el aumento en las reservas internacionales incidieron de diversas maneras en la política monetaria, hasta el punto de obligar al gobierno a tomar medidas para controlar el ingreso de divisa.
Otro efecto del narcotráfico se refleja en la infraestructura de ciertas zonas del país, principalmente las de mayor atraso, ya sea por con conveniencia propia o por “generosidad” los narcotraficantes colombianos han financiado proyectos de construcción de escuelas, viviendas etc.
La administración de Samper contempló una estrategia de modernización y reconversión industrial, con el objetivo de lograr una mayor competitividad y darle un empuje al sector manufacturero, con miras al mercado internacional.
Como parte de la estrategia exportadora, mediante la cual se buscaba contrarrestar la caída de las exportaciones menores, desde 1994 se promovieron los acuerdos sectoriales de competitividad, al amparo de los cuales se adelantaron rebajas en aranceles para materias primas, bienes de calidad con destino al sector textil y metalmecánico. Dichas reducciones en los aranceles modificaron la estructura de protección favoreciendo relativamente a los diferentes sectores industriales importadores de estos bienes.
Los crecientes flujos de capitales asociados al narcotráfico se beneficiaron con la apertura económica, ya que al eliminar los aranceles y la liberación de las importaciones, se hizo muy fácil importar, y una gran cantidad de divisas provenientes del narcotráfico pudieron ingresar al país, al igual que el aumento en las reservas internacionales incidieron de diversas maneras en la política monetaria, hasta el punto de obligar al gobierno a tomar medidas para controlar el ingreso de divisa.
Otro efecto del narcotráfico se refleja en la infraestructura de ciertas zonas del país, principalmente las de mayor atraso, ya sea por con conveniencia propia o por “generosidad” los narcotraficantes colombianos han financiado proyectos de construcción de escuelas, viviendas etc.
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